Con el objetivo de concebir mejor el sufrimiento de una persona torturada, se creó una nueva ontología a partir de testimonios sonoros y la participación con el apoyo de psicólogos  de las mismas personas torturadas en un taller. La ontología se publicó en prensa, se emitió en programas de radio y sirvió para que la sociedad entendiera mejor lo que siente una persona que ha sufrido tortura.